En busca de soluciones tras eliminación de programa para instalación de placas solares
El cambio en la política energética de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, en contraposición a la de Joe Biden, tiene implicaciones significativas para Puerto Rico.
Trump ha propuesto un enfoque centrado en fuentes fósiles y ha anunciado aranceles del 350% sobre productos solares provenientes de Asia, lo que afectará la industria de energía solar en la Isla.
Además, se prevé la eliminación de incentivos federales, lo que podría resultar en la paralización de 350 millones de dólares destinados a proyectos de energía solar en Puerto Rico.
Actualmente, solo un 5% de la energía en Puerto Rico proviene de fuentes renovables, y el objetivo es alcanzar el 100% para 2050, lo que representa un gran desafío.
La falta de claridad sobre el futuro de los fondos y programas de energía solar genera preocupación en la comunidad. Expertos han señalado la necesidad de que el gobierno de Puerto Rico actúe para proteger estos fondos y fomentar el uso de energías renovables, asegurando así la estabilidad del sector energético en la Isla.