Shakira impone moda en su gira: Las Mujeres Ya No Lloran World Tour
Por Julie Pacheco Robles
La esperada gira mundial de Shakira, Las Mujeres Ya No Lloran World Tour, finalmente dio inicio en Río de Janeiro, Brasil, donde la cantante colombiana electrizó al público en el Estadio Nilton Santos durante más de dos horas y media, interpretando 31 de sus grandes éxitos. Además de su inconfundible talento, Shakira deslumbró con 13 cambios de looks que capturaron la atención de sus miles de seguidores.

Shakira durante la primera noche de su gira ‘Las Mujeres Ya No Lloran World Tour’, en Brasil
La primera aparición de la cantante en esta gira marcó la pauta de lo que sería una noche llena de energía y glamour. Shakira se presentó con un look plateado de brillos, compuesto por un pantalón de cintura alta y un top de manga larga con cuello alto. El estilo fue complementado con gafas oscuras y sus emblemáticos rizos rubios sueltos. Este atuendo reflejaba el tema inaugural de la noche, La Fuerte, una canción que simbolizó la potencia y el vigor de la artista, quienes se reflejaron en su presencia en el escenario.

A medida que avanzaba el espectáculo, Shakira cautivó a la audiencia con otro impactante cambio de look: un mini vestido rosa con botines a juego. El brillo de su atuendo volvió a brillar bajo las luces del estadio mientras interpretaba éxitos como Girl Like Me, Las de la Intuición y Estoy Aquí. Su dominio del escenario quedó demostrado mientras los fanáticos se entregaban al ritmo de sus canciones.
La cantante no olvidó sus clásicos más queridos, especialmente aquellos que marcaron sus primeros pasos en la música, y para rendir homenaje a esos éxitos, eligió un vestido blanco con flecos y un escote en V adornado con detalles dorados. Este diseño se replicó en su guitarra y micrófono, creando una armonía visual que conectaba perfectamente con la música y la historia de Shakira.

Un momento especialmente emotivo ocurrió cuando Shakira, vestida con un top rígido azul metálico y una falda que evocaba las olas del mar, interpretó Acróstico, la canción dedicada a sus hijos Milan y Sasha. Este look, suave y conmovedor, marcó un contraste perfecto con la energía del resto del show y permitió a la cantante compartir un momento más íntimo con su audiencia.

El ritmo del concierto se intensificó con Hips Don’t Lie, para la cual Shakira eligió un vestido largo, con transparencias y aperturas que realzaban su figura y le permitieron brillar con su estilo de baile único. La sensualidad y el empoderamiento se apoderaron del escenario con un vestido rojo y plateado que resaltó su figura, mientras sus fans no dejaban de bailar y cantar.
Uno de los momentos más llamativos del show fue cuando Shakira apareció con un conjunto de falda de piel sintética llena de flecos, un atuendo que capturó la esencia del movimiento en el escenario, mientras su top de la misma textura le daba un toque moderno y atrevido. Su cabellera suelta completó el look, manteniendo su energía vibrante durante toda la actuación.
Tras un enérgico encore, Shakira regresó al escenario para el cierre más esperado de la noche, interpretando She Wolf y BZRP Music Sessions #53. En este momento, un lobo gigante apareció en el escenario mientras ella lucía un enterizo lleno de transparencias y guantes largos, completando una imagen espectacular que emocionó a los fans y dejó una huella en el inicio de esta gira histórica.

Con cada cambio de vestuario, Shakira no solo presentó su impresionante catálogo musical, sino que también consolidó su estatus como un ícono de estilo y energía. La gira continúa, y los fanáticos de América Latina y Estados Unidos ya esperan con entusiasmo las próximas fechas, con la certeza de que Shakira seguirá sorprendiendo tanto en lo musical como en lo visual.