Marc Jacobs desafía el futuro con su nueva colección otoño-inverno 2024

julio 2, 2024

«Creo en vivir con autenticidad, libre de la validación, sin ataduras de lo conversador y de las normas sociales». Marc Jacobs mencionó que su nueva colección busca «la alegría».

El lunes pasado, Mac Jacobs presentó su nueva colección otoño-invierno 2024 «ready to wear» en la biblioteca pública de New York. El diseñador norte de americano quiso que su colección presentara la alegría incorporando elementos que para el diseñador personifican la alegría como a Marilyn Monroe con su icónico vestido «The Seven Year Itch», a Minnie Mouse con sus lunares rojos y blancos, y vestidos de princesa sacados de un clásico de Disney.

Por otra parte, para Marc Jacobs su colección estuvo cargada de cuestionamientos ante el futuro si tuvo fuera negativo para la sociedad. Por tal su reciente colección ha desarrollado la habilidad de subrayar los temas actuales y plantea ¿Cómo sería el mundo si él estuviera a cargo? Se podría decir que sería un lugar seguro para todo tipo de personas, pero especialmente para los excéntricos que usan zapatos demasiado grandes y ropa con proporciones caricaturescas, que prefieren exagerar/llamar la atención que el lujo discreto.

No obstante, Jacobs es completamente capaz de crear «quiet luxury» o lujo discreto. Pero para el diseñador no es lo que este momento exige, un hecho que pareció subrayar con una banda sonora que incluía «Einstein on the Beach» de Philip Glass, una ópera sobre las ansiedades de la era de la información.

Entrando a la pasarela, su colección parecía una secuela de anterior colección de primavera 2024. La diferencia aquí es que el motivo de la ropa tiene un brillo de Hollywood: Marilyn y Minnie. Es decir Jacobs estuvo viendo su propia obra y dándole un giro exagerado

Trajes de faldas con botones grandes, vestidos con forma de reloj de arena, encaje exagerado, acorde con volante pronunciado, zapatos extra puntiagudos, los conjuntos de suéteres y las faldas despojaron la sencillez de los colores ácidos.

Los vestidos exagerados jugaban trucos divertidos mientras las modelos caminaban por el pasillo increíblemente largo y estrecho de la Biblioteca Pública de Nueva York, y un efecto similar se puede ver en estas fotos: los largos ultracortos de las minifaldas y los dobladillos arqueados de las faldas hasta la rodilla, especialmente cuando eran más altos en la parte delantera que en la trasera, hacían que otras modelos parecieran gigantes.

Con sus formas asombrosas, colores hiperbólicos y zapatos extravagantes, Jacobs inclinó el mundo sobre su eje por el más breve de los momentos. «El futuro sigue sin escribirse», escribió en sus notas.