Vívelo Verde: El coquí como guardián del medio ambiente

Con su distintivo canto nocturno y su encanto natural, el Coquí ha capturado los corazones de los puertorriqueños, convirtiéndose en un símbolo querido y una parte integral del paisaje sonoro y cultural de Puerto Rico.

Aunque su canto puede ser el sonido de la noche para algunos y una dulce melodía para otros, el Coquí también desempeña un papel crucial en el equilibrio ecológico de Puerto Rico. Como depredador de insectos, incluidos mosquitos y otras plagas, contribuyendo así a la salud del ecosistema.

En Puerto Rico existen 17 especies nativas de ranas arbóreas, mejor conocidas como coquíes, 13 de éstas viven en el Bosque Nacional El Yunque. Cabe destacar que 11 de estas 13 especies son endémicas, de Puerto Rico. Como dato curioso, sólo el Coquí de la Montaña y el Coquí Común, producen el famoso sonido “co-quí”, según el Servicio Forestal de Estados Unidos. 

Estos enfrentan varias amenazas que ponen en peligro su supervivencia. Aunque la situación varía según la especie y la región, algunas de las principales amenazas incluyen la pérdida de hábitat debido a la deforestación, el desarrollo urbano y la agricultura intensiva. Además, la introducción de especies invasoras, como la serpiente arbórea, que se alimenta de coquíes, es una amenaza significativa para su población.

Es mucho más que una simple rana; es un icono cultural, un guardián del medio ambiente y una joya de la fauna caribeña. Su presencia y su canto nos recuerdan la belleza y la biodiversidad de la isla del encanto, así como la importancia de conservar y proteger su patrimonio natural.

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