Negociados bajo la sombrilla del Departamento de Seguridad Pública "están a la deriva"
El Sindicato de Bomberos Unidos de Puerto Rico coincidió con las declaraciones del exdirector del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Nmead), Heriberto Saurí, de Liz M. Colón, presidenta del sindicato del Nmead, y de Ángel Crespo, exdirector de Aemead, en cuanto al rol actual de ese negociado, que “está a la deriva”.
“Reiteradamente hemos denunciado el desmantelamiento del Nmead y de otros negociados adscritos al Departamento de Seguridad Pública (DSP). Las carencias administrativas van desde la falta de equipo y recursos hasta la coordinación operacional adecuada. Sus labores se reducen al rescate y no a la coordinación de respuesta a desastres”, sentenció José Tirado, presidente del sindicato.
A modo de ejemplo, explicó cómo la falta de coordinación adecuada se evidenció en la pobre respuesta de Manejo de Emergencias en los eventos de lluvia históricos registrados el pasado 5 de febrero. Este evento de precipitación provocó severos daños en Cataño, Toa Baja, Vega Alta y Dorado.
“La seguridad pública en Puerto Rico está en precario. Esta situación no tan solo pasa en el Negociado de Manejo de Emergencias, si no en todos los negociados adscritos al DSP. Mientras no se devuelva los recursos a los negociados, Puerto Rico está en grave peligro. Los negociados están sufriendo de una incapacidad administrativa jamás vista en la historia”, agregó el sindicalista.
En el caso de los bomberos, en la más reciente academia se reclutaron 160, de los cuales se graduaron solo 140. Aunque la Ley de Ajuste Salarial había ajustado el salario base de los bomberos a 1,750 dólares, la academia fue solo de 1,500.
Al día de hoy, el DSP aún no ha podido hacer el pago adeudado a los bomberos. Tampoco ha podido incluir a los otros 20 bomberos que no completaron la academia, aun cuando los recursos están asignados hace dos años.
“Otro ejemplo claro es la cantidad considerable de estaciones de bomberos cuya infraestructura está en el piso y representan un riesgo a la seguridad de los bomberos. Las estaciones afectadas desde el huracán María, incluyendo las oficinas centrales del Negociado de Bomberos, todavía esperan por ser rehabilitadas”, dijo Tirado.