Félix Verdejo no enfrentará la pena de muerte por el caso de Keishla
La fiscalía federal en Puerto Rico informó hoy, lunes que no buscará la pena de muerte para el exboxeador Félix Verdejo.
El fiscal federal Stephen Muldrown, en una moción, indicó que “los Estados Unidos de América (el Ministerio Público) notifica a la corte que no buscarán la pena de muerte en el caso contra Felix Verdejo-Sánchez y Luis Antonio Cádiz Martínez”.
El pasado 11 de mayo, Verdejo se declaró no culpable por el asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz ante la magistrada Camille Vélez Rivé, del Tribunal de EEUU en Puerto Rico.
La magistrada, en una vista judicial virtual para la lectura de cargos y fianza, determinó que el púgil de 27 años se mantuviera encarcelado en el Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo (MDC, siglas en inglés) debido a que consideró que es “un peligro para la comunidad” y existe la posibilidad de un riesgo de fuga del acusado.
El sujeto está acusado de “carjacking” con resultado de muerte, secuestro y asesinato de una mujer embarazada, por lo que podía afrontar la pena de muerte, pero ya no arriesgará esa sentencia tras la decisión de la fiscalía federal.
El exdeportista está acusado de secuestro con resultado de muerte, en violación del Título 18, Código de los Estados Unidos, Sección 1201; el robo de auto con resultado de muerte, en violación del Título 18, Código de los Estados Unidos, Sección 2119 (3); y matar intencionalmente a un niño por nacer, en violación del Título 18, Código de los Estados Unidos, Sección 1841, conocida como “Ley de Víctimas de Violencia por Nacer de 2004” o “Ley de Laci y Conner”.
El caso está siendo procesado por el fiscal federal adjunto, Jonathan Gottfried, jefe de la Sección de Crímenes Violentos y Seguridad Nacional en los Estados Unidos.
Según el FBI, el 29 de abril, Verdejo, en compañía de Luis Antonio Cádiz Martínez, contactaron a la mujer, quien abordó en la calle Loíza una guagua Dodge Durango negra, propiedad del boxeador, quien le dio un puño en la cara y se le inyectó una sustancia con una jeringuilla adquirida en un punto de drogas en el residencial Luis Lloréns Torres.
Luego, Verdejo y Cádiz Martínez amarraron los pies y los brazos de la fémina con un alambre y, después, le pusieron un bloque adosado al cuerpo.
Más tarde, llegaron hasta el puente Teodoro Moscoso y arrojaron el cuerpo a la laguna San José. Desde el puente, Verdejo disparó hacia el cuerpo.