¿Te llevas mal con tu suegra?

Moraima Oyola sugiere un ejercicio mental que simula el desafío de coordinar las relaciones familiares, enfatizando la importancia de la unidad.

Resalta que las suegras y nueras no son rivales, sino complementos que comparten el amor por el mismo hombre, y ofrece el ejemplo de su propia experiencia con una nuera que se convirtió en su mano derecha. Moraima anima a establecer diálogos para encontrar puntos en común, y recalca que en la dinámica familiar no debería haber competencia, sino colaboración, ya que todos son parte de una misma familia extendida. Además, invita a apreciar a las suegras como figuras importantes en la vida familiar. Al final, enfatiza que es posible mejorar las relaciones si se trabaja en equipo.